Donar plasma y salvar vidas

Los donantes dan muchas razones diferentes para donar y sus motivaciones varían. Algunos lo ven como una obligación social, mientras que otros lo consideran un acto humanitario. Para muchos, como Dean, es darse cuenta de que otros donantes ayudaron a un ser querido a recuperarse de una enfermedad. «Mi primera donación fue en enero de 1998 y me sentí bien al retribuir», recuerda Dean, y agrega: «Ahora dono dos veces por semana y definitivamente se lo recomendaría a cualquiera».

William, otro donante que donó por primera vez hace dos años después de recibir la idea de su cuñado, ahora también da plasma dos veces por semana. «Dono porque mi madre tiene anemia», dice, y agrega: «Hay muchos otros que están en una necesidad desesperada, y una simple donación puede ayudarlos a tener una vida mejor».

Donar sangre. 

Más del 70% del suministro mundial de plasma humano proviene de donantes en los Estados Unidos, que donan plasma en centros de donación en todo el país. Como resultado, los requisitos de distanciamiento social debido a COVID-19 y los temores sobre la enfermedad han pesado mucho en las donaciones en 2020.

Sin embargo, la situación podría haber sido mucho peor si los centros de donación en muchos países no hubieran estado exentos de las medidas de confinamiento por COVID-19.

Los empleados de Octapharma Plasma, Inc. (OPI), que gestiona nuestros centros en los Estados Unidos, aceptaron el desafío, trabajando siete días a la semana para garantizar que nuestros centros de donación continúen operando de manera efectiva mientras hacen todo lo posible para garantizar que los donantes se sientan seguros.

Los centros de Octapharma introdujeron nuevas y estrictas medidas de seguridad, incluido el uso de máscaras, un mayor saneamiento y distanciamiento social, para proteger tanto al personal como a los donantes, y para permitirles a todos continuar su importante trabajo.

«OPI introdujo varios cambios de seguridad para darnos confianza a los donantes sobre la higiene y el distanciamiento social», dice Dean, quien ha seguido donando durante la pandemia, y agrega: «Son solo 45 minutos de mi tiempo y realmente no tengo problemas al respecto. Todo funciona bien y se siente seguro». Al igual que Dean, William también ha seguido donando durante la pandemia y comparte una perspectiva similar. Como él dice: «Mientras sigas las recomendaciones de cada centro de donantes, estás a salvo».

Hacer el bien se siente bien

Ahora donando por más de 20 años, a Dean le gusta cocinar y disfrutar del aire libre durante su tiempo libre. Abuelo de cuatro nietos, es voluntario a tiempo completo, trabajando en refugios locales para animales y personas sin hogar cuando no está donando plasma. Como él dice: «Hacer el bien se siente bien».

Cada uno de nuestros donantes está registrado en nuestro Sistema de Gestión de Donantes donde se registra su nombre completo, dirección, alergias, características distintivas, historial médico y otra información relevante. Para calificar, un donante debe donar dos veces y tener resultados de prueba aceptables para cada donación. Todos los donantes se someten a una evaluación antes de cada donación para garantizar que cumplan con los requisitos de seguridad definidos por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) y otras agencias reguladoras.

«Sin duda, recomendaría ser donante», dice William, a quien le encanta pasar su tiempo libre con la familia y disfruta preparando sabrosas barbacoas. «No conozco personalmente a nadie que necesite los medicamentos que mi sangre ayuda a producir, pero sí sé que, al donar, estoy haciendo lo correcto». Dean no podría estar más de acuerdo: «Es algo tan fácil de hacer y no cuesta nada más que tiempo», explica, y agrega: «Ninguno de nosotros puede cambiar el mundo por nuestra cuenta, pero todos podemos hacer nuestro granito de arena, y esa parte, donar su plasma, podría darle a alguien una nueva oportunidad de vida. Para el mundo puedes ser una persona, pero para una persona podrías ser el mundo».